Si algún adolescente cree que saltarse el desayuno le ayudará a perder peso - esto también va para los adultos-, está totalmente equivocado. Dejarse la primera comida del día aumenta la posibilidad de padecer obesidad y otras enfermedades asociadas.
Durante cinco años se analizó la relación entre el hábito de desayunar, la preocupación por engordar y el estado de salud de 2.216 norteamericanos de entre 14 y 19 años y se observó que los que no almuerzan tienen de media un índice de masa corporal cinco puntos superior a los que sí lo hacen.
Si saltarse el almuerzo se convierte en algo habitual se activan dos hormonas, llamadas leptina y grelina, que crean una situación de ahorro energético en el cuerpo. "Esta situación se mantiene aunque luego se coma, así que, al gastar menos energía, se puede tender a engordar".
Extracto-resumen. Puede leer la noticia completa en: www.lavanguardia.es
miércoles, 5 de marzo de 2008
Saltarse el desayuno engorda
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